Salud en las organizaciones

El futuro será en equipo o no será

 Si quieres ir rápido ve solosi quieres llegar lejos ve acompañado

Este antiguo proverbio africano ya nos marcaba la importancia de estar acompañado al momento de emprender una tarea.

Extrapolando esto a las organizaciones de nuestros días, se han podido observar en los últimos años, las bondades y beneficios que generan la conformación de equipos de trabajo de alto rendimiento, tanto para ellas como para quienes las integran. Para lo que se buscan 2 cosas:

  1. Que sus integrantes sean, no lo mejores jugadores, sino lo mejores jugadores en equipo. Lo que según Patrick Lencioni, consultor especialista en el tema, define en su libro “Equipos Ideales” como aquellos jugadores con un mix equilibrado de Humildad, Hambre (ganas de hacer y aprender) y Empatía.
  2. Que el equipo cumpla con las famosas 5 “C” del trabajo en equipo.

Complementariedad: la ventaja principal de un equipo es poder distribuir el trabajo y aprovechar las habilidades y diferentes puntos de vista de cada uno de sus miembros, para poder cubrir los puntos que  no son tan fuertes en otros miembros, y tener una visión más amplia de la situación, permitiéndoles así una mejor toma de decisiones.

La Coordinación de las acciones de los miembros del equipo aumenta la eficiencia, logrando mejores resultados que la mera suma de las acciones individuales.

El Compromiso y la Confianza entre los miembros de un equipo se transforma en sinergia, retroalimentando al equipo, permitiéndoles mejorar su desempeño.

Y la Comunicación como eje central, que permite al equipo llevar adelante las 4 C anteriores con éxito.

¿Pero por qué es tan importante para las organizaciones y para nosotros, lograr equipos de alto rendimiento?

Es que este nuevo mundo de incertidumbre, cambios dinámicos y estabilidades temporales en el que estamos viviendo, es imperioso tanto para las personas como para las organizaciones, desarrollar la capacidad de ser flexibles y resilientes para poder adaptarnos a los nuevos contextos.

Así, la antigua idea de organizaciones fuertes, grandes, robustas como un gran acorazado, se hace poco práctico al tener que cambiar rápidamente de dirección, según se requiera, en base a las vicisitudes del contexto. Las nuevas propuestas implican transformar a la organización en una gran red de pequeñas “lanchas” que puedan moverse mucho más rápido, según se requiera.

¿Y qué representan esas lanchas? ¡Exacto! ¡¡¡Los equipos!!!

Disciplinas como la agilidad proponen en sus principios romper esos antiguos silos dentro de las organizaciones (departamentos, gerencias, etc) donde, para tomar decisiones, la información debía subir buscando aprobación para luego bajar, con toda la pérdida de tiempo que significa. Para crear pequeños equipos multidisciplinarios (con miembros de diferentes sectores) de trabajo, capaces de autogestionarse, empoderados, enfocados en agregar valor y conectados en red a otros equipos con comunicación constante.

Así los equipos mientras transforman a la organización en una estructura flexible y capaz de adaptarse a los emergentes, lo mismo ocurre con sus miembros, quienes a través del ejercicio y empoderamiento que poseen comienzan a convertirse en seres ambidiestros. Desarrollando por un lado la capacidad de ejecutar con eficiencia su tarea diaria y por el otro la capacidad de leer y entender los patrones del contexto que les permitirá “entender el futuro” y ajustar en consecuencia su accionar y por ende el del equipo.

A partir de estas transformaciones no solo evitamos que la organización siga por un camino que ya no es el ideal con el consiguiente perjuicio económico, comercial, operativo, etc. Sino que nosotros mismos evitamos el retrabajo y las frustraciones que eventualmente darán lugar al agotamiento, la perdida de sentido en lo que hacemos día a día y por consiguiente, desgano y falta de motivación.

Así, los equipos y nuestra forma de darles vida, se transforman en la piedra angular sobre la que se basa la nueva organización.

¿Y vos estas listo para ser parte de un equipo ágil y de alto rendimiento? ¿Cuáles son tus puntos fuertes y que deberías seguir trabajando para ser más flexible y resiliente?

Te invito a que lo pienses y converses con tus compañeros de equipo.

Jonatan Gutman

Consultor, facilitador, coach de equipos y negocios.

Staff Planearte

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