En un mundo que se mueve cada vez más rápido y nos exige cada vez más, es fundamental que aprendamos a cuidarnos y a nutrir nuestra salud mental. El autocuidado es esencial para mantener un equilibrio emocional y afrontar los desafíos de nuestro día a día de manera saludable.
A continuación, les comparto algunas estrategias de autocuidado que pueden ser integradas a nuestra rutina diaria para ayudarnos a promover un bienestar mental sostenible.
- Establecer Rutinas Saludables
Una rutina diaria bien estructurada puede proporcionarnos un sentido de estabilidad y control. Esto incluye mantener horarios regulares para dormir, comer y trabajar. Un sueño adecuado es crucial para la salud mental; la falta de sueño puede incidir en el aumento de los niveles de estrés y hacernos más vulnerables a trastornos como la depresión y la ansiedad. Además, es importante incluir en la rutina diaria actividades que nos relajen y nos hagan sentir bien, como leer un libro, practicar un hobby o simplemente disfrutar de un tiempo de ocio.
- Practicar la Atención Plena (Mindfulness)
Aunque nos parezca difícil por las 1000 cosas que tenemos en la cabeza a la vez en cada momento del día, el ejercicio de la atención plena nos invita a enfocarnos en el momento presente, aceptándolo sin juicio. Esta práctica, está comprobado, ayuda a reducir el estrés, mejorar la concentración y aumentar la autocompasión. Ejercicios simples de respiración, meditación y yoga pueden ser muy efectivos. Dedicar unos minutos al día a practicar mindfulness (hoy en día podemos encontrar varias app gratuitas que nos ayuden con este ejercicio) puede hacer una gran diferencia en nuestra percepción y manejo del estrés.
- Mantener Conexiones Sociales
Nosotros somos seres sociales, por lo que las relaciones interpersonales son fundamentales para nuestro bienestar emocional. Mantener contacto regular con amigos y familiares puede proporcionar apoyo emocional, reducir el sentimiento de soledad y aumentar la sensación de pertenencia. Participar en actividades comunitarias o grupos de interés también puede ser una excelente manera de establecer nuevas conexiones y sentirnos parte de una comunidad.
- Actividad Física Regular
El ejercicio físico no solo es beneficioso para el cuerpo, sino también para la mente. La actividad física regular puede reducir los síntomas de ansiedad y depresión, mejorar el estado de ánimo, aumentar las endorfinas que generan una sensación de bienestar y aumentar la energía. No es necesario realizar entrenamientos intensos; actividades como caminar, nadar, bailar o practicar deportes recreativos pueden ser suficientes para obtener beneficios significativos.
- Alimentación Balanceada
Una dieta equilibrada influye directamente en nuestro estado mental. Alimentos ricos en nutrientes como frutas, verduras, proteínas magras y granos enteros pueden mejorar nuestro bienestar general. Obvio que darnos el placer de ese plato que tanto nos gusta o ese postre, también nos pone de buen humor pero evitar el exceso de azúcares y alimentos procesados es fundamental, no solo para mantenernos sanos sino que estudios recientes indican cómo este tipo de alimentos pueden contribuir a fluctuaciones en el estado de ánimo y niveles de energía.
Tomar la suficiente cantidad de agua también es importante, ya que la deshidratación puede afectar negativamente nuestra capacidad cognitiva y emocional.
- Gestionar el Estrés
Identificar las fuentes de estrés y desarrollar estrategias para manejarlas es esencial. Técnicas como la respiración profunda, la visualización positiva y la relajación muscular progresiva pueden ser muy útiles. La meditación es una gran herramienta para ayudarnos en esta tarea y hoy día es muy fácil encontrar sesiones guiadas en línea que nos ayuden con esta práctica.
También es importante establecer límites claros en el trabajo y en la vida personal para evitar el agotamiento. Aprender a decir “no” y priorizar las tareas es clave para mantener un equilibrio saludable.
- Buscar Ayuda Profesional
A pesar de todo lo que podemos hacer en el día a día por nuestros medios para sentirnos mejor, es importante reconocer cuándo esto no es suficiente y necesitamos ayuda extra. En estos casos el buscar el apoyo de un profesional de la salud mental es crucial. Terapeutas y consejeros pueden proporcionar herramientas y perspectivas valiosas para enfrentar nuestros desafíos.
- Cultivar la Gratitud
Desde hace tiempo diferentes culturas asiáticas hablan sobre cómo practicar la gratitud puede tener un impacto significativo en nuestra salud mental. Tomar unos minutos al día para reflexionar sobre las cosas por las que estamos agradecidos puede cambiar nuestra perspectiva y mejorar nuestro estado de ánimo. Puede ser escribir un diario de gratitud o simplemente expresar agradecimiento a las personas en nuestra vida suficiente para fomentar una actitud más positiva y resiliente.
- Desconectar de la Tecnología
En estos tiempos estamos tan expuestos que a veces cuesta darse cuenta, pero el uso excesivo de dispositivos electrónicos y redes sociales puede aumentar los niveles de estrés y ansiedad, e incluso generar adicción. Por ende establecer límites en el tiempo que pasamos frente a las pantallas y dedicar tiempo a actividades sin tecnología puede ser muy beneficioso. Es importante crear espacios libres de tecnología, especialmente en momentos de descanso y relajación.
- Fomentar el Crecimiento Personal
Dedicar tiempo a aprender y crecer puede ser muy gratificante. Esto puede incluir leer libros, tomar cursos, desarrollar nuevas habilidades o explorar intereses personales. El crecimiento personal puede aumentar nuestra autoestima y proporcionar un sentido de propósito y dirección.
En conclusión, el autocuidado es una práctica continua y personalizada que requiere atención y dedicación. Conectar con lo que nos está pasando, cómo nos sentimos y cómo nos gustaría sentirnos. Integrar estas estrategias en nuestra vida diaria puede mejorar significativamente nuestro bienestar mental y emocional, permitiéndonos enfrentar los desafíos de la vida con mayor resiliencia y positividad.
Priorizar nuestra salud mental no es solo una inversión en nosotros mismos, sino también en nuestra capacidad de contribuir de manera saludable y equilibrada a nuestra familia, comunidad y entorno laboral.
Lic. Jonatan Gutman
Especialista en Habilidades Blandas
Staff Planearte